En momentos de dificultad, la comunicación se erige como el pilar fundamental que nos conecta como sociedad y nos guía hacia soluciones. Queremos reflexionar sobre el poder de la comunicación en medio de desafíos, reconociendo su importancia vital para nuestra convivencia y para encontrar respuestas en situaciones difíciles.

En un momento crucial para nuestro país, donde la inseguridad ciudadana vuelve a ocupar titulares y nuestras comunidades, especialmente aquellas en las laderas, se ven afectadas. Sin embargo, nuestras relaciones comunitarias siguen siendo un baluarte que nos permite enfrentar juntos las amenazas a nuestra seguridad y calidad de vida.

A pesar de las adversidades, los esfuerzos para mejorar nuestros barrios continúan. Las luchas diarias por llevar el sustento a nuestros hogares, las tareas cotidianas de estudio y la dedicación familiar siguen adelante, demostrando nuestra resiliencia y determinación.

Las agrupaciones familiares están trabajando arduamente en propuestas de mitigación, mostrando un espíritu de colaboración y solidaridad que nos enorgullece. Además, destacamos el esfuerzo de un grupo de vecinos que han participado en cursos de ESDEL. Sus reflexiones y ejercicios pedagógicos no solo contribuyen a su desarrollo personal, sino que también enriquecen nuestra comunidad con sus aprendizajes.

Mirando hacia el futuro, las familias que se han inscrito en el proyecto de mejoramiento de viviendas y barrios están demostrando su compromiso al planificar y organizar la creación de huertos comunales. Esta iniciativa no solo fortalece nuestra seguridad alimentaria, sino que también nos enseña la valiosa lección de encontrar oportunidades incluso en los momentos más difíciles.

El próximo 17 de noviembre celebraremos nuestro 43 aniversario, y estas señales de unidad y progreso en nuestras comunidades nos llenan de esperanza. Sigamos adelante con determinación y comunicación abierta, recordando que juntos somos capaces de superar cualquier desafío que se presente en nuestro camino.